Musicoterapia para la desintoxicación
Consiste en usar las respuestas y conexiones de una persona con la música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general.
Tal como nos comenta IDEAT, la musicoterapia consiste en usar las respuestas y conexiones de una persona con la música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general. La terapia musical puede incluir crear música con instrumentos de todo tipo, cantar, moverse con la música o simplemente escucharla.
El término musicoterapia, según La Federación Mundial de Musicoterapia, se refiere al uso de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) realizado por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. Tiene como fin desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que este pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.
Diversos estudios nos muestran que la música afecta al ser humano en su totalidad: biológica, física, neurológica, psicológica, social y espiritualmente (Poch, 2001).
La musicoterapia se basa en ese principio, y es la utilización de la música y sus elementos por un musicoterapeuta cualificado, en diferentes ámbitos (médico, educativo, cotidiano…) de manera individual o grupal, cuya finalidad es optimizar la calidad de vida, mejorar la salud física, social, comunicativa, emocional e intelectual y el bienestar. Se aplica para lograr diferentes objetivos terapéuticos, y pretende establecer un canal alternativo de comunicación y expresión.
¿POR QUÉ UNA TERAPIA CON MÚSICA?
Porque se ha demostrado que tiene beneficios a diferentes niveles.
- Fisiológicamente es capaz de producir cambios en la respiración, en el ritmo cardíaco, en el sistema inmunitario, en la resistencia al dolor, en la actividad muscular…
- A nivel emocional la musicoterapia facilita la expresión y liberación de emociones, modifica el estado de ánimo, disminuye el nivel de ansiedad…
- En la dimensión cognitiva aumenta la atención y la concentración, ayuda a desarrollar la memoria, estimula la imaginación y la creatividad, ejercita la inteligencia…
- Socialmente facilita y promueve la comunicación a nivel verbal y no verbal, fomenta la cohesión y la participación grupal…
La música utilizada como terapia proporciona a nuestro espíritu una sensación de paz, armonía, bienestar y serenidad.
Todo ello contribuye a la consecución del objetivo principal de esta disciplina, aumentar la calidad de vida y mejorar la salud a todos los niveles, exista o no una patología previa a la intervención musico terapéutica.
Según Davis, Gfeller y Thaut, (2002), los objetivos en este ámbito se podrían agrupar en 5 categorías:
- Conductas sociales y emocionales: para adquirir habilidades sociales, se utilizan actividades musico-terapéuticas estructuradas, que incorporan movimiento, canciones y actividades rítmicas que pueden ofrecer la estimulación necesaria para adquirir habilidades sociales apropiadas. En lo que respecta al desarrollo emocional, es posible trabajar a partir del reconocimiento y asociación de una identidad musical propia y/o del entorno. La música en este punto aportará señales de reconocimiento emocional. Por otro lado será un fuerte impulsor de la expresión emocional personal.
- Habilidades motoras: la música por excelencia es un potente estímulo para el desarrollo motriz. Este tipo de actividades permitirá a la persona explorar su propio cuerpo a través del movimiento libre y guiado. Se trabajan además habilidades referidas a conceptos tales como lateralidad, direccionalidad, flexibilidad y agilidad, y por otro lado se puede potenciar la motricidad fina a través de la ejecución de instrumentos así como de actividades de expresión plástica unidas a las de expresión musical.
- Habilidades de comunicación: la musicoterapia potenciará el desarrollo de habilidades comunicativas, ya que a través del sonido y sus componentes, un terapeuta podrá ayudar a un paciente a desarrollar el lenguaje expresivo, receptivo, la intención comunicativa, la escucha activa y la capacidad de seguir consignas. Por otro lado la música puede ayudar a desarrollar destrezas tales como el reconocimiento, diferenciación y discriminación sonora y fundamentalmente a la toma de conciencia del entorno sonoro.
- Apoyo para potenciar el área cognitiva: a través de juegos musicales tales como la repetición de sonidos y/o el seguir instrucciones a partir de canciones reiterativas en sus letras, puede ser un efectivo medio para lograr avances en esta área. De igual modo, ya sea con la utilización de instrumentos musicales u objetos de uso cotidiano a los que asignamos funciones musicales, podemos contribuir al desarrollo de habilidades cognitivas, a través de la diferenciación o clasificación de sonidos.
- Música como Actividad de Ocio: desde la musicoterapia puede animarse a las personas a utilizar la música en su tiempo libre.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO UNA INTERVENCIÓN MUSICOTERAPÉUTICA?
Ésta se puede realizar a nivel individual o grupal, según las necesidades de cada persona.
En primer lugar se hace un valoración inicial de la persona que va a ser objeto de intervención (cuáles son sus necesidades, qué se quiere conseguir, si existe o no una patología, cuáles son sus limitaciones si las hay, e información a nivel médico y psicológico si fuese necesario), posteriormente se hace una valoración musical para ver como el paciente reacciona a la música y como se relaciona con ella, cuáles son sus gustos, se detectan también deficiencias a nivel motriz o de expresión corporal si las hubiera.
Una vez se ha evaluado a la persona se plantean unos objetivos generales y específicos que guiarán la intervención.
La duración de las sesiones suele ser de aproximadamente 45 minutos, y la duración del tratamiento depende de las necesidades de cada persona.
¿QUÉ TÉCNICAS SE UTILIZAN?
La musicoterapeuta utiliza como herramienta principal de intervención la música, presentada a través de diferentes técnicas.
Éstas son:
a) Métodos receptivos.
b) Métodos expresivos.
La denominación de activo o pasivo responde al hecho de implicar una acción externa o interna por parte del paciente.
Los métodos expresivos implican una acción visible, como es la de tocar un instrumento, bailar, cantar, etc. En cambio los métodos receptivos no parecen comportar acción externa o física, como en la audición musical, aunque suponen lógicamente una actividad interna y esencial, al provocar cambios en el estado de ánimo (Poch, 2008).
La investigación, la práctica, la educación y la instrucción clínica en la musicoterapia están basados en estándares profesionales según los contextos culturales, sociales y políticos.
Bruscia (1989) define al proceso musico-terapéutico así: (…) Para el cliente, la terapia es un proceso de cambio gradual hacia un estado deseado; para el terapeuta, es una secuencia sistemática de intervenciones dirigidas a lograr cambios específicos en el cliente.
Según dicho autor, la musicoterapia como proceso sistematizado y metodológico se realiza en tres etapas, que pueden llevarse a cabo de forma separada o simultánea: diagnóstico, tratamiento y evaluación:
- La primera instancia de diagnóstico, dependiendo los objetivos del terapeuta, sirve, como el nombre de la etapa sostiene, para realizar un diagnóstico, una interpretación clínica, describir, determinar un tratamiento específico para el paciente o evaluar para posteriormente reevaluar y registrar diferencias.
- La segunda etapa del proceso terapéutico es la de tratamiento, en donde se direcciona el trabajo mediante estrategias para alcanzar las metas propuestas sobre la base de las necesidades, problemas y recursos del paciente revelados durante la etapa diagnóstica. Cada sesión involucra al cliente en algún tipo de experiencia musical.
Bruscia clasifica las experiencias en cuatro tipos:
- Improvisación. El cliente crea su propia música cantando o tocando un instrumento.
- Recreación. El cliente canta una canción, o toca una pieza musical ya compuesta, de memoria o leyendo música.
- Composición. Se compone sobre la base de estructuras musicales.
- Escucha. De música grabada o en vivo.
– En la tercera instancia de evaluación se determina si las condiciones del paciente se han modificado mediante el proceso musico-terapéutico.
La musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como privado, en abordajes grupales como individuales, en prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud. Las metodologías de trabajo varían de acuerdo con la población y a las escuelas y constructos teóricos que fundamenten el quehacer del musicoterapeuta.
Actividad de la musicoterapia
El terapeuta puede trabajar con la imaginería musical receptiva, la improvisación, la interpretación de canciones, la creación clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros. En ese proceso, la musicoterapia promueve y registra cambios expresivos, receptivos y relacionales que dan cuenta de la evolución del tratamiento. En las sesiones de musicoterapia, se emplean instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz y otros materiales sonoros.
La musicoterapia no considera que la música por sí misma puede curar; no existen recetas musicales generales para sentirse mejor. Tampoco se puede emplear un mismo tratamiento para dos casos, al trabajar con la singularidad, cada abordaje es diferente.
No obstante, la musicoterapia debe tener conocimientos médicos, psicológicos, pedagógicos y musicales, pero sin llegar a ser médico, psicólogo, músico, etc. Deber ser, ante todo, terapeuta, con un gran conocimiento tanto teórico como práctico del mundo sonoro, musical y del movimiento. Al igual que cualquier otra profesión, la musicoterapia necesita de una formación constante que abarque todos sus ámbitos, y, sobre todo, el trabajo ha de estar supervisado por otros compañeros o profesionales.
Los elementos de la música en la labor musico-terapéutica
Es imposible predecir los efectos que puede producir la influencia de cada uno de los elementos de la música en un sujeto. Según los desarrollos del musicoterapeuta noruego Dr. Even Ruud, la vivencia musical o la respuesta significativa a la música se encuentra teñida en su totalidad por la biografía musical del oyente, es decir por su situación histórica o cultural específica. Desde esta perspectiva la vivencia que se experimenta cuando se escucha música no constituye una respuesta natural o universal de la música, sino una forma de relacionarse con la cultura, de una forma de construir una identidad personal.
Las investigaciones en psicología y antropología musicales demuestran que la música se percibe y es respondida de manera individual, o en correspondencia con ciertas normas culturales. El significado extraído de la música por cada persona, los valores atribuidos, y las acciones que surgen de su influencia, no son previsibles en el sentido etnocéntrico implícito en la mayoría de las investigaciones sobre los efectos de la música.
Sí es cierto que la música es capaz de inmiscuirse en el rincón más profundo del alma de un ser humano, y no es de extrañar que ya desde hace siglos se planteara como herramienta terapéutica. Porque la música es mucho más que una sucesión de notas, la música toca el sentimiento escondido, inspira al escribir, alude a un momento concreto en el que una canción sonaba de fondo, aborrece o apasiona, pero la música siempre tiene un efecto. Aprender a canalizar ese efecto sea escuchando o creando música con instrumentos y orientarla a fines terapéuticos, puede que ayude a conectar con uno mismo de un modo que pocas veces sucede.
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